Artigo

Like a Rolling Stone

Nos 80 anos de Mick Jagger, relembre o excelente artigo de Diego Bernardini “Like a Rolling Stone”:

 

Estos días*, en Argentina todos somos stones. Con el regreso de Mick Jagger (72), Keith Richards (72), Charlie Watts (74) y Ron Wood (68), todos volvemos a sentirnos rebeldes y jóvenes, como esos Rolling que vienen de gira por el mundo desde… ¡1962! Juntos, los cuatro suman casi trescientos años de vida. En el camino quedaron varios colegas muertos e infinidad de admiradores y groupies que no han podido seguir sus pasos.

¿Cómo han podido sobrevivir? ¿Por qué, pudiendo estar retirados disfrutando de las bondades de una isla privada, no lo hacen?

La respuesta podría estar en el cambio que hoy existe en relación con el concepto de envejecimiento. Ellos, con su imagen, están ayudando a redefinir el envejecer. De alguna manera, Jagger y sus amigos representan el ideal que muchos quisieran tener de sí, vitalidad en la postrimería y redención de juveniles exabruptos. Son supervivientes. Además, nos replantean el principio de “perro viejo no cambia”.

Nunca es tarde para el cambio

El desenfreno de sus años juveniles, donde se mezclan droga, alcohol y rock and roll, quedaron atrás. Eso explica que Mick Jagger tenga un peso corporal al día de hoy de algo más de 73 kg y pueda correr un promedio de 15 kilómetros por concierto, según cita el tabloide inglés Daily Express. Por si fuera poco, sus desplazamientos los realiza sobre el antepié, como los sprinters, lo cual implica mayor sobrecarga músculo-esquelética y, por tanto, mayor gasto energético. Su entrenamiento incluye sesiones de carrera, natación y gimnasio; yoga y pilates son la razón de su buena postura y su equilibrio; los cambios de ritmo o los entrenamientos de intervalo, los responsables de que no le falte el aire durante sus desplazamientos sobre el escenario por su resistencia anaeróbica. Su dieta en tiempos de gira tiene un alto contenido en granos y cereales, y es baja en grasas.

Este cambio lo acompaña con una troupe de masajistas, médico, entrenador, nutricionista, etcétera. Un cambio que, según él mismo, comenzó hace más de 15 años. Sus genes lo ayudan. El padre falleció a los 93 años, pero además era profesor de educación física, lo que hizo que Mick esté muy familiarizado con el entrenamiento y la condición física desde joven. Se dice que su padre es el responsable de su fuerte ética de trabajo duro. Hoy Jagger lleva una conducta más parecida a la de un atleta de élite que lo que uno podría imaginar.

¿Qué hay del resto de la banda? Keith Richards confesó haberse alejado de la heroína en los setenta, Ron Wood dice haber comenzado a tocar sobrio en los conciertos hace pocos años y en gran parte por su amor a la banda y la pintura —una de sus pinturas se ha vendido en cerca de un millón de dólares. De Charlie Watts, el mayor de todos, se sabe poco, salvo que ha tenido un episodio coronario felizmente resuelto. Se calcula que en los tours la banda emplea a alrededor de doscientas personas, muchas de ellas para el cuidado en salud. Asistir a un concierto de los Stones es ver un despliegue de lo más avanzado en la tecnología, pero, por sobre todo, de ganas, voluntad y energía de estos cuatro septuagenarios. Son la confirmación de algo que cada día cobra mayor robustez científica: estar activo a lo largo de la vida se acompaña de una mejor salud física y mental. La llave para un envejecimiento satisfactorio es estar comprometido. Que haya un proyecto. En ello, estos rockers no van solos. Carlos Santana (68), Rod Stewart (71), Bob Dylan (74), Paul McCartney (73) son algunos más. Ninguno de ellos necesita del dinero tanto como de la actividad.

La clave es el estilo de vida

Las investigaciones sugieren que, a pesar de haber llevado estilos de vida contraproducentes para la salud, y sin llegar a un límite donde las consecuencias sean irreversibles, el futuro puede ser muy promisorio si estas se detienen y se favorece un cambio saludable. Recuerdo un paciente que se lamentaba de haber descubierto los beneficios de la prescripción de actividad física regular a sus 65, luego de retirado de un alto cargo gerencial y al que solía contestarle: “Usted lo ha descubierto, tarde pero al fin; muchos otros nunca lo descubrirán”.

Una o dos generaciones por detrás, una persona de 60 o 70 años era vista como un jubilado, alguien con poco por aportar. Cada día son y serán más las personas que lleguen a vivir hasta esa edad. En Argentina, a una persona que cumple 60 años le esperan un promedio de 23 a 25 años más de vida por delante. Hoy, gracias al avance en la modificación de estilos de vida (no fumar, actividad física regular y dieta equilibrada), las cosas son diferentes. Por si fuera poco, los mayores de nuestros días tienen a favor ser más educados que esas generaciones previas, lo que ayuda a informarse, conocer, comprender y modificar hábitos. Especialmente si no se tiene tanto dinero para estar rodeado de un equipo de profesionales como el de los integrantes de esta banda y como puede que sea el caso de la mayoría de nosotros, aunque todos llevemos un Rolling Stone dentro.

*15 Feb, 2016


DIEGO BERNARDINI El autor es médico de familia (UBA) y Doctor en Medicina por la Universidad de Salamanca (España). Autor de “De vuelta. Diálogos con quienes vivieron mucho (y lo cuentan bien)” (Aguilar, 2015). En Twitter: @Diego__MD

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